En este nuevo Primero de Mayo reciban todas y todos los trabajadores por "la nueva Colombia" un saludo desde la Patria de Allende y Lautaro Saludenme a Julian DIA INTERNACIONAL DE LA CLASE TRABAJADORA |
Escrito por Movimiento Bolivariano | |
martes, 28 de abril de 2009 | |
POR UNA ALTERNATIVA BLOVIARIANA FRENTE A LA CRISIS
En homenaje a todas y todos los trabajadores que en campos y ciudades luchan por la Nueva Colombia y la Patria Grande Bolivariana
A Manuel Marulanda Vélez Héroe insurgente de la Colombia de Bolivar
MOVIMIENTO BOLIVARIANO.
Lo que parecía imposible esta ocurriendo. Todas las ilusorias fantasías, las ideas y dogmas establecidos se están viniendo abajo. De nada valen las manipulaciones mediáticas, la desesperación de los expertos, los afanes por ocultar la verdad de los gabinetes económicos. Es ya un hecho. El capitalismo está en una crisis profunda y duradera, nada visto desde la Gran Depresión. Pero la actual viene acompañada de una crisis alimentaría y ambiental profunda que pone en peligro ya no sólo la supervivencia del sistema capitalista tal y como lo conocemos, sino la existencia misma de la humanidad. La depresión abarca todo el globo y la “crisis financiera”, que al principio creían aislada y pasajera, ha demostrado ser sólo una manifestación de una crisis estructural de alcance universal. Desde Trinidad y Tobago, pasando por Londres y Cartagena se ve un desfile de cumbres y reuniones de gabinetes de gobierno, líderes mundiales y empresarios tratando desesperadamente de encontrar una salida: mantener y ampliar sus márgenes de ganancia. Y la respuesta va a ser siempre la misma: remiendos pasajeros, ajustes temporales, descarga de todo el peso a las clases trabajadoras. Ellos no logran encontrar la esencia básica de la crisis actual. No son capaces de establecer análisis estructurales de clase, ver las relaciones de poder y propiedad que lograron márgenes de beneficio altos a costa de la sobreexplotación de la clase trabajadora mundial. Aquellos que se han beneficiado de las exorbitantes márgenes de ganancia, de la expoliación mundial, de las interminables deudas de los países dependientes, ahora pretenden descargar todo el peso de la crisis en los más pobres. Y la “solución” a la crisis está orientada a salvar a los capitalistas a toda costa: despidos masivos, abaratamiento de los salarios, reducción del gasto público (educación salud, saneamiento básico, seguridad social), y caída drástica del nivel de vida de las mayorías. Colombia, desde luego, no es la excepción. Su economía ha estado tan ligada al capital internacional que los sueños sobre una posible “inmunidad” a la crisis no son más que charlatanería demagógica de los políticos tradicionales. El capitalismo de libre mercado ha demostrado su rotundo fracaso, a pesar del entusiasmo servil con que en Colombia Uribe y sus antecesores lo han proclamado y establecido. Ya se esfumaron las fantasías sobre un crecimiento sostenido basado en la estrategia de exportación con capital extranjero. La “confianza inversionista” (abrir las puertas al saqueo de los recursos y la explotación laboral para las grandes multinacionales) que tanto proclama Uribe, se viene abajo ahora cuando decrece la inversión mundial y el crédito, se contrae la producción industrial y las multinacionales prefieren trasladar sus capitales a los países centrales para salvar las casas matrices. El desprecio del gobierno por fortalecer el mercado interno, la sistemática privatización de las empresas públicas, los ajustes estructurales exigidos por organismos como el FMI (reducción del gasto social, austeridad fiscal y liberalización económica) seguidos al pie de la letra en Colombia, hacen aún más vulnerable al país frente a la actual crisis Ya lo estamos viviendo: aumento del desempleo, contracción de la producción industrial y las tasas de crecimiento, aumento del costo de vida y pauperización generalizada. Ya no nos pueden engañar. La tremenda desigualdad en Colombia, los altos niveles de pobreza y miseria, los exorbitantes gastos militares que merman recursos de salud y educación, la condición de tragedia humanitaria en el campo por el desplazamiento de cientos de miles de campesinos en el régimen de Uribe por los grupos paramilitares, con el fin de asegurar tierras para los agrocombustibles, son condiciones que hacen más frágil a Colombia frente a los embates de la crisis. El gobierno y los políticos tradicionales, siempre beneficiarios del capital extranjero, siempre sumisos a los designios de Washington, no van a solucionar la crisis a favor de las mayorías en Colombia. Sus cabezas están puestas en las migajas que les ofrece el imperio y en intensificar la interminable guerra contra el pueblo colombiano. No son ellos quienes van a encontrar salidas dignas para el pueblo, porque ellos mismos han sido causantes y beneficiarios del capitalismo de libre mercado, de la pobreza de las mayorías, de la expoliación y el robo, de la crisis. Ya basta de mentiras. La tan aclamada “globalización” neoliberal ha fracasado. Es hora de encontrar verdaderas alternativas de carácter popular. Es hora de entender que sólo una Colombia verdaderamente democrática, con control público de recursos, estrategias de desarrollo endógeno, políticas de bienestar para las mayorías, nacionalización de sectores productivos estratégicos e integración latinoamericana solidaria, garantizará una salida real y duradera a la crisis que día a día se profundiza. El proyecto bolivariano es hoy más vigente que nunca. No es posible encontrar una salida a la crisis dentro del capitalismo. En Nuestra América es indispensable buscar alternativas ajustadas a nuestras características y necesidades actuales. Por ello el socialismo latinoamericano cobra vigencia. No estamos de acuerdo con las ilusiones de volver a un “capitalismo industrial”, que en América Latina por demás nunca ha existido, despojado de la “locura y avaricia financiera”. Es precisamente la crisis de sobre-acumulación del capitalismo industrial la que ha llevado a la actual crisis que ya se venía gestando durante décadas. La “financiarización” de la economía fue sólo un intento fracasado por superarla y aumentar las márgenes de beneficio en el frenesí especulativo. Solamente la organización popular, el fortalecimiento de las organizaciones de base de trabajadores, campesinos y estudiantes, logrará mantener los derechos adquiridos que serán blanco de los poderosos, logrará exigir al gobierno verdaderas políticas de protección al empleo y soluciones democráticas a la crisis. El Movimiento Bolivariano Por la Nueva Colombia lleva ya 9 años construyendo pacientemente en campos y ciudades una verdadera alternativa de poder para el pueblo colombiano. Proponemos la construcción de un Nuevo Gobierno Democrático de carácter popular que luche por la dignidad y bienestar de las mayorías, por una paz con justicia social, por superar la miseria y las desigualdades, por buscar salidas que favorezcan al campo popular frente a la actual crisis, y por una Patria Grande Bolivariana libre del yugo imperialista. Ninguna crisis genera por si sola revoluciones. Hace falta la organización y movilización popular, la construcción de poder alternativo, la unidad del pueblo en torno a objetivos comunes y la convergencia de todos los sectores democráticos que desafíen el poder de la oligarquía. Invitamos al pueblo colombiano a unirse a nuestra propuesta y plataforma de lucha. A combatir sin descanso por La Nueva Colombia. Es hora de retomar la ofensiva, de construir verdaderas alternativas de poder, de defender y luchar por nuestros derechos como pueblo heredero de la rebeldía de Bolívar. Que la crisis la paguen los poderosos, los capitalistas, los explotadores de siempre.
Por La Nueva Colombia , la Patria Grande y el Socialismo. MOVIMEINTO BOLIVARIANO POR LA NUEVA COLOMBIA Hemos jurado Vencer y Venceremos!! Abril de 2009 |
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