El Paramilitarismo de Estado en el Departamento del Magdalena
Escrito por CRB - Voz de la Resistencia
jueves, 26 de abril de 2007
En diversos comentarios de la Cadena Radial Bolivariana Voz de la Resistencia, hemos reiterado que el paramilitarismo es una política de Estado, y como tal es una herramienta de la clase oligárquica en el poder para mantener sus privilegios y atender las imposiciones del imperialismo gringo. Así las cosas, las prácticas paramilitares no son novedosas. El departamento del Magdalena, constituye uno de los tantos ejemplos representativo de la instauración sangrienta del poder paramilitar del régimen; podemos ahora recordar algunos detalles para mantener la memoria colectiva en torno a lo que ha sido la criminalidad de la oligarquía latifundista de ganaderos, industriales del agro y narcos, que tanto han martirizado a la población inerme.
DESPACHO DE ABRIL 26 DEL 2007.S.O.S. OLOCAUSTO EN COLOMBIA.EL TERRORISMO DE ESTADO HA GENERADO UNA TERRIBLE TRAGEDIA HUMANITARIA. EL MUNDO NO PUEDE SER INDIFERENTE.
El Paramilitarismo de Estado en el Departamento del Magdalena.
Primera parte:
En diversos comentarios de la Cadena Radial Bolivariana Voz de la Resistencia, hemos reiterado que el paramilitarismo es una política de Estado, y como tal es una herramienta de la clase oligárquica en el poder para mantener sus privilegios y atender las imposiciones del imperialismo gringo. Así las cosas, las prácticas paramilitares no son novedosas. El departamento del Magdalena, constituye uno de los tantos ejemplos representativo de la instauración sangrienta del poder paramilitar del régimen; podemos ahora recordar algunos detalles para mantener la memoria colectiva en torno a lo que ha sido la criminalidad de la oligarquía latifundista de ganaderos, industriales del agro y narcos, que tanto han martirizado a la población inerme.
El caso de TRINO LUNA es de público conocimiento. Sus relaciones estrechas con la cosa paramilitar lo convierten en un protagonista principal, obviamente al lado de Rodrigo Tovar Pupo (el destripador Jorge Cuarenta), con quien tiene negocios en torno al Puerto de Palermo, entre muchos otros asuntos sobre los que recae la defraudación de los mencionados criminales. Pero de este caso de la construcción del llamado “Puerto Alterno”, al que el presidente Uribe Vélez le dio “su total respaldo”, hablaremos en otro informe especial, pues se trata del peligro de un desastre ecológico sobre la reserva natural Isla de salamanca, que ya la población al lado del sociólogo Correa de Andreis habían denunciado, lo cual le costó la vida a éste.
El fenómeno paramilitar involucra en el departamento del Magdalena desde hace varios lustros a la dirigencia política oligárquica, que es la misma pandilla de los terratenientes y empresarios agropecuarios que siempre han regentado como gamonales feudales contra la humilde y abandonada población de esta región de la país. Gobernadores, parlamentarios, diputados, un gran número de alcaldes, concejales y funcionarios públicos están involucrados en las acciones criminales ejecutadas para desenvolver el terrorismo como política de Estado, cuyo principal instrumento es la fuerza pública y sus paramiliatres. De manera preponderante están también metidas las manos del narcotráfico y de las multinacionales del carbón y del banano (Drummond y Chiquita Brand, respectivamente) en el diseño y ejecución de dicha política terrorista.
En el caso específico de la Chiquita, esta empresa pagó por el asesinato de decenas de dirigentes sindicales de SINTRAINAGRO Magdalena, que le eran incómodos, como financió también la ejecución de pobladores voceros de comunidades y dirigentes locales para mantener su emporio y su gobierno en la región. La chiquita no pagó para proteger sus trabajadores, sino que contra ellos actuó con el mezquino y criminal objeto de preservar y multiplicar sus intereses económicos.En todos los tiempos la Chiquita como en la época d el Unid Fruyt Co. Las autoridades Departamentales y Estatales sirvieron de esbirros de la trasnacional.Este es el caso del mencionado TRINO LUNA en asocio con otros agentes del narcoparamilitarismo que no es que hallan infiltrado al Estado sino que son instrumento de ese Estado delincuente que rige en Colombia.
Entre los agentes más recientes del paramilitarismo que han desolado al Magdalena tenemos:Carmen Castro, hermana del paramilitar sanguinario alias el Tuto Castro: fue candidata única a la alcaldía de El Difícil en las elecciones del año 2000.
Juan Rojas ó Juanchito Barrera: hijo del jefe paramilitar “Chepe”' Barrera. Electo diputado para el período 1990 y 1994. Entre los muchos crímenes que se les imputa durante su terror en el Magdalena está la del asesinato en 1997 del médico Nicolás Polo, por no haber retirado su candidatura cívica a la Alcaldía de Pivijay. Esta práctica de intimidación la prosiguieron haciendo retirar a todo aquel que como candidato a cualquier cargo o corporación no les era de su agrado. Dentro de esta dinámica, también fue asesinado en el 2002 el candidato independiente a la alcaldía de la Concordia, Efraín Escalante. El concurso del alcalde que ejercía en el momento en este crimen que fue orquestado por Chepe Barrera fue tan evidente que el pueblo se levantó en asonada intentando linchar al susodicho funcionario paraco. Y la policía que también estaba metida hasta el cogote con los paramilitares, entró en su auxilio.
En santa Marta es de triste recordación la época de tiranía criminal protagonizada por los Chamizos, sicarios cuyos jefes eran también Los Chepes (gente de Chepe Barera) y Adán Rojas (reconocido narcotraficante propietario de tierras cafeteras y cocaleras en la Sierra nevada de Santa Marta). Por entonces, hacia 1987, ya Hernán Giraldo actuaba también con sus asesinos habiendo llegado a construir un emporio cocainero entre las estribaciones de la parte norte de la Sierra Nevada, para lo cual contó con todo el apoyo de la Primera División del Ejército.
El reinado de personajes del nivel de los Barrera, Rojas, Giraldo y sus bandas de sicarios conocidos como Los Chamizos se mantuvo hasta la imposición que la Primera División del ejército hizo de Jorge Cuarenta, año 2001, en el rediseño del mapa del terror paramilitar que se dirigía desde la misma sede de esta estructura militar en santa Marta (capital del departamento del Magdalena).
Con la financiación, instrucción, orientación y respaldo de todo tipo de las altas jerarquías militares y de policía, el cuadro geoparamilitar tomó como escenario de sus experiencia, por completo a la Costa Caribe, colocando como cabeza principal de la guerra sucia a Jorge Cuarenta (en todo caso bajo subordinación a las Fuerzas Armadas). El factor principal de poder sería el terror mediante amenazas, chantajes, asesinatos, desapariciones y masacres, tratando al mismo tiempo de generar, una estampa seudo política mediante la creación de Movimientos “Políticos” que se crearon amparados en el bipartidismo pero con nombres que les dieran aires de “renovación”, ocurrió, por ejemplo, con ese Movimiento creado en el Magdalena, al que llamaron “La Provincia Unida”, y luego con la versión para Sucre y Bolívar del mismo proyecto, llamándola “Frente Social por la Paz”.
Con estos parapetos y el apoyo total de las instancias electorales estatales actuaron en las elecciones los oligarcas y narcoparamilitares más rancios de las regiones de los departamentos de la Costa Caribe. No hay gamonal que no esté involucrado en esta creación.
No es de extrañar, entonces, que los beneficiarios de este fenómeno sean los mismos viejos politiqueros aristócratas, terratenientes, ganaderos, del bipartidismo liberal-conservador, o sus herederos, al lado de las mafias del narcotráfico con las que se imbricaron sin pudor.
Desde el 2002, mediante presiones, desapariciones y asesinatos, estos siniestros personajes sembraron el terror, llenaron de fosas con millares de cadáveres los campos de la Costa Caribe, y fueron logrando el control territorial y sus “éxitos” electorales. Naturalmente, también medió el dinero del narcotráfico y el fraude escandaloso que arrojó “triunfos” de candidatos paracos con votaciones de hasta el 90 por ciento, y sin contrincantes porque, o estaban muertos o estaban amenazados.
De esta creciente de crímenes viene lo que en la Costa, con mucha sorna los gamonales llamaron el “milagro electoral” de Dieb Maloof, desconocido total como político, pero conocido por sus oscuros procedimientos, que logró en el Magdalena 40.134 de los 67.864 votos que lo llevaron al Senado. “Milagritos” de ese tipo, en realidad se multiplicaron como los peces bíblicos, pero por la “gracia” de la mano paramilitar, respecto a otros candidatos que mencionaremos en otros informes.
No olvidemos que Dieb Maloof cuan do ya sale a la palestra pública es de la mano de Uribe Vélez. Pregúntenle al señor presidente con quien coordinaba su llegada a Barranquilla cuando sufrió el atentado en plena capital del departamento del atlántico. Quién era su hombre de confianza en Barranquilla, quién su mano derecha.Uno de los escenarios donde los paramilitares de Estado sembraron el terror con mayor saña fue en las estribaciones de la Sierra Nevada, en ese afán de aplicar la política de secarle el agua al pez; es decir, dejar sin bases sociales a al guerrilla. Con ese propósito hicieron masacre tras masacre utilizando a los Chepes y a los soldados mismos de los batallones que incursionaban disfrazados de paramilitares, tal como ocurrió en caseríos cercanos a San Pedro de La Sierra, Palmor, Santa Clara y otras localidades.Esto no era extraño para las autoridades de policía y del ejército que siempre prestaron apoyo total a esta terrible causa. De hecho, como ya se mencionó, en no pocas veces el ejército oficial en sus operaciones sencillamente cuando iba a realizar el trabajo sucio, lo que hacía era ponerse el brazalete de las AUC. Y esto ocurrió no solamente en la Sierra Nevada; por ejemplo, así ocurrió también en la masacre de Nueva Venecia, de la que fue artífice principal el Batallón Vergara; revueltos con paramilitares, estos infames ejecutaron con machetes y garrotes al menos 60 personas del lugar palafítico, llegando al colmo de la depravación de ponerse a jugar fútbol, frente a los pobladores, con la cabeza de una de las víctimas.
Así se instauró el poder paramilitar, el poder de los terratenientes y empresarios, el poder del Estado en el Magdalena. Así se establecieron también los fuertes electorales del uribismo, los que se reforzaron con los fraudes montados desde el Departamento Administrativo de Seguridad. Y este mismo esquema se aplicó para toda la Costa Caribe tanto para las campañas para el Congreso de la República en el 2002, como para las campañas para alcaldías y gobernaciones en el 2003. Los gamonales y el paramilitarismo definieron los resultados mediante fraude, terror y muerte.Nadie puede decir que esto fue a espaldas de las Fuerzas Militares y de Policía, o que las instancias judiciales, el Ministerio público, o las autoridades de control electoral no sabían; o que esta realidad macabra era un fenómeno remoto de la provincia que no lo manejaba el gobierno nacional. Los crímenes y delitos en general eran evidentes hasta para el más incautó, así que quienes debían actuar y no lo hicieron fueron complacientes a conciencia.
Quien no sabía que Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40), tenía su comando del crimen en San Ángel y que desde allí llegó a gobernar con sus escuadrones de sicarios al mismísimo batallón La Popa, a otras unidades militares de diversas y extensas áreas como a los comandos de policía. En San Ángel, donde le arrebataron las mejores tierras a sus vivientes, se celebraban las convenciones con los politiqueros de la región. Allí se definía la “estrategia electoral de la región”. Por algo entonces cuando Uribe ganó las primeras elecciones que lo llevaron a la Presidencia su primer viaje fue hacia Valledupar a entrevistarse con sus compadre Jorge Cuarenta, al que mandó a recoger desde San Ángel valiéndose de su gente dura en el Batallón la Popa. Con Jorge Cuarenta definió el mapa Político de los tiempos posteriores.
LA CANDIDATURA DE TRINO LUNA FUE DEFINIDA POR JORGE CUARTENTA Y URIBE VÉLEZ:
La candidatura única de Trino Luna a la Gobernación y las candidaturas a las alcaldías del sur del departamento, fuera de las que ya consideraban seguras como consecuencia de otros procedimientos de politiquería gamonalera, fueron definidas por Uribe Vélez y Jorge Cuarenta. Y es que el Estado Mayo de la política Uribista lo componían en la Costa, desde antes del primer triunfo electoral del fascista antioqueño, macabros personajes de entre los cuales Jorge Cuarenta era la cabeza. Entre los más “destacados” integrantes de ese conclave terrorista estaban: Hernán Giraldo Serna (protegido principal de la primera División del Ejército) en las estribaciones de la Sierra Nevada, en cercanías de Palmor. En las barbas del comando de la División montó su cuartel general y su emporio cocainero este personaje. Públicamente y hasta con la escolta militar llegaban a la quebrada el Sol o a Guachaca los políticos de santa Marta y otros lugares a ponerse de acuerdo con Hernán Giraldo sobre negocios de narcotráfico, comerciales y contrataciones que permitieran desviar los recursos públicos hacia las arcas paramilitares. En esa misma región, en el punto Machete Pelao realizó Hernán Giraldo, por orden de Jorge Cuarenta, la “convención política” para impulsar a Trino Luna a la gobernación en el 2003. Sabían que tenían toda la protección del ejército. Hasta el corredor montañoso por donde en alguna ocasión penetraron los guerrilleros del 19 Frente a combatir a Giraldo lo tenían protegido los militares.Ya para entonces, de las mismas iniciativas que surgieron desde las Fuerzas Militares, para mostrar cohesionados a estos grupos de asesinos salió el nombre “Resistencia Tayrona” para quienes en realidad eran los mismos Chamizos, pero ahora con un nombre que entre otras cosas, además de quedarles grande por la dignidad que entrañan los Tayronas, ese uso es un insulto a las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, a las que Hernán Giraldo le ha quitado gran parte de su reserva natural para destinarla a la producción de narcóticos.
La danza de la muerte contra el pueblo samaria la diseñaron el alto mando de la Primera División, sus marionetas paramilitares y los narcoligarcas magdalenenses, entre los que se cuenta al señor Jorge Luís Caballero, por entonces complaciente gobernador del departamento. Jorge Caballero fue de los que más coadyuvó al posicionamiento de los asesinos de Hernán Giraldo, en el mercado de Santa Marta, en el control del comercio y el narcotráfico en general, como en la administración pública para que hiciera su voluntad en beneficio de la oligarquía y los intereses de los enclaves extranjeros, principalmente las bananeras y carboneras.En Santa Marta como en la Sierra Nevada avasallaron a la población, instauraron el pagadiario (agiotaje respecto a toda actividad económica por mínima que fuera, incluyendo hasta a los vendedores ambulantes), los cobros por “vigilancia privada” (que era más bien un impuesto por el derecho a que los paracos no actúen sobre el beneficiado, o un cobro además por el derecho a no ser matado por el capricho paramilitar), los impuestos al comercio y todo clase de abusos contra la gente humilde.El emporio criminal de Giraldo creció en todas las esferas de la sociedad, como creció la criminalidad y la sevicia de la oligarquía samaría que se volvió una misma cosa con los narcos y baladrones que controlaban puertos, vías, actividad económica, clero, y la vida toda de los magdalenenses. El control de la costa y de la Sierra en sus estribaciones, con el auspicio de las Brigadas militares, la policía y el DAS, se podría decir que era casi tota, pues aunque en apariencia el DAS denunciaba el avance del poder de Giraldo, en la realidad era un apoyo más del criminal y de la criminalidad de la oligarquía.Sólo la resistencia en silencio, sólo la presión de la insurgencia contra estos asesinos, solo la paciencia esperanzada ha mantenido viva a la población samaria y magdalenense que ha soportado con temple a que su resistencia y su lucha le prodiguen mejores tiempos.
La orgía de sangre y terror en el Magdalena tomó una dimensión tal que las estadísticas más conservadoras hablan de 147 homicidios porcada 100 mil habitantes en el Sur de este Departamento, logrando un crecimiento de algo más del 120 % sólo en al año 2000 que fue el momento en que se desbocó el paramiltarismo en la etapa de preparación del arribo del uribismo al gobierno.Luego vendría el complemento del fraude electoral en cada una de las elecciones. El primero fue el orquestado durante la campaña al Congreso del año 2002, donde la Fiscalía y la Corte Suprema han admitido que dentro del departamento del Magdalena fueron creados tres “distritos electorales” de control paramilitar que les permitía garantizar la “elección” de sus candidatos. Ester asunto está suficientemente documentado, entre otras cosas, con las declaraciones de el ex funcionario del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad, o policía política del gobierno) Rafael García, que ponen en evidencia las características del fraude. En síntesis, para este período electoral del 2002 Jorge 40, es decir el Paramilitarismo de Estado, impulsó e impuso en el Magdalena a los parlamentarios Luis Eduardo Vives, Dieb Maloof, Jorge Luis Caballero y Alfonso Campo Escobar, hoy capturados por “concierto para delinquir”.LA FUNDACIÓN MUJERES DE LA PROVINCIA:
En este embrollo, no se trata de que el Estado fue infiltrado por el paramilitarismo. Como expresa un dicho popular en la Costa, no es que los paramilitares se tomaron el Congreso sino que el Congreso se tomó a los paramilitares. Total es un asunto en si mismo, pues Maloof es paramilitar, Campo Escobar también, Jorge Cabellero…, son todos ellos secuaces, amigos, compadres, una misma vaina con personas como Chepe Barrera, Hernán Giraldo, los Rojas…, o elementos de triste recordación como el Culón Restrepo. Es una misma mezcolanza entre narcos y narcoempresarios: Saúl Severino, los Dangónd Noguera y los Noguera Dangónd, el clan Gnneco, como el clan Araujo de la ex canciller Consuelo …, y claro está que también lo es Miguel Pinedo Vidal, entre otros que creen que pasarán de agache. Historias como la de Doña Nelia (Nelia Soto Suárez) o alias Doña Sonia, o la Guadaña del Sur, terrible paramilitar del sur del Magdalena, es una minucia frente a todo lo que han hecho estos criminales, pues ella siempre actuó a sus ordenes, y fue con el apoyo de estos mafiosos y politimafias que se montó la Fundación Mujeres de la Provincia, con la que encubrían o le daban un manto legal a sus criminalidad. Desde el 2002, especialmente, con esta ONG se pretendió aplacar la animadversión del pueblo contra estos especimenes del crimen organizado. Esta no puede tener otro título que el de genocida, por cuenta de su dedo criminal han desaparecido decenas y decenas de humildes campesinos y personas de bien en la región de la ciénaga de Zapayán y en toda el área de Pivijay donde se hizo a diversas propiedades, presionando a sus dueños o asesinándolos. Así que tras de la aparente preocupación social de la fundación Mujeres de la Provincia no hay más que crimen y en gaño: de cada alcaldía han sacado una tajada producto de las contrataciones; de cada comerciante han logrado una vacuna, de cada miedo un dividendo hasta instaurar una apariencia humanista en la Fundación que es mampara de los asesinatos y del avasallamiento de los pobladores del sur, de los pobladores de Zapayán, de los pobladores de Playón de Orozco, donde a nadie se le olvida que ella es la cabeza de las masacres allí cometidas. Es ella el terror del Piñón, y las autoridades lo saben. Varias veces ha estado protegida por la policía y el ejército, varias veces ha estado escondida en la sede misma de la División del mejército, así que por qué no la encuentran. Opero por encima de ella están los oligarcas y las altas jerarquías militares.El diseño paramilitar en el Magdalena se desplegó no solamente para la acción preslitista, sino para el control de la cotidianindad misma de los vivientes. El terrorismo de estado en su desenvolvimiento terrible, sangriento, genero muertos y desplazamientos forzados desde el campo o zonas semi-rurales hacia ciudades donde los hacinamientos también crearon diversas patologías sociales.La presencia del Estado que históricamente has sido de fuerza pública con casi nula inversión social, ahora se complementaba con el despliegue paramilitar apoyado en la institucionalidad” podrida de esta región:En Primer lugar, desde la sede de la Primera División del Ejército en Santa marta se manejaba lo esencial de la operatividad militar-paramilitar, y desde ahí hacia abajo mediante un batallón de infantería mecanizado, en coordinación con las unidades militares del sur de Bolívar y el Distrito de policía con sus diversas estaciones de policía local.Es redestacarse que la voz de los latifundistas ganaderos, como la voz de los propietarios de las haciendas bananeras, pero en lo fundamental la voz de la Empresa Chiquita Brand era en la zona la autoridad superior por encima de la subordinada fuerza militar.Al lado de estas voces que ordenaban con tiranía implacable estaba la de las carboneras que poseen el control de el corredor de desplazamientos entre ciénaga y Santa Marta con sus paramilitares cuya base de operaciones es la misma base y las unidades del ejército localizadas en su intermedio y en el Puerto de la Drummond. Es de conocimiento público que así como la Chiquita acabo a sangre y fuego con la dirigencia sindical de oposición de Sintrainagro hasta que fue tomada por sus secuaces, lo mismo hizo la empresa Drummond, en combinación macabra con soldados y policías de todos los puestos de control militar y policía, especialmente con los de Ciénaga…
ESTÉ ATENTO A LA SIGUIENTE ENTREGA SOBRE EL PARAMILITARISMO DE ESTADO EN EL DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA.
AL AIRE CRB, CADENA RADIAL BOLIVARIA VOZ DE LA RESITENCIA.
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