“Yo tuve un hermano, no nos vimos nunca, pero no importaba. Yo tuve un hermano, que iba por los montes, mientras yo dormía. Lo quise a mi modo, le tomé su voz, libre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra, no nos vimos nunca, pero no importaba.” Con este poema de Julio Cortázar, rendimos homenaje al Comandante Raúl Reyes, al Comandante Iván Ríos y a todos los muchachos asesinados por el régimen, que estaban en la búsqueda de la Nueva Colombia. Sus muertes sólo harán que miles de hombres recojan sus ideas, empuñen sus armas y se levanten contra un régimen que sólo ha llenado de dolor y desgracias a nuestra patria.Jamás podrán quebrantar nuestra moral ni destruir el espíritu de lucha bolivariana, ni cortar los sueños de millones de colombianos, ni olvidar los ejemplos heroicos de estos comandantes revolucionarios que han caído en el campo de batalla defendiendo sus ideas. Sus gritos de justicia recorren ahora todos los campos de América, cuyos ecos retumbarán hasta que nuestra patria haya alcanzado las transformaciones fundamentales para una verdadera paz con justicia social. Cuando esto acurra ellos descansarán tranquilos y nosotros les haremos bustos para que la historia se regocije de su prolífera existencia.Estos héroes serán combatientes multiplicados en la lucha por la Patria Grande y, aunque ellos estén hoy al lado del Libertador, sus discípulos seguiremos haciendo la lucha para que se vuelvan realidad los sueños de millones de compatriotas.
jueves, 8 de octubre de 2009
“Yo tuve un hermano, no nos vimos nunca, pero no importaba. Yo tuve un hermano, que iba por los montes, mientras yo dormía. Lo quise a mi modo, le tomé su voz, libre como el agua, caminé de a ratos cerca de su sombra, no nos vimos nunca, pero no importaba.” Con este poema de Julio Cortázar, rendimos homenaje al Comandante Raúl Reyes, al Comandante Iván Ríos y a todos los muchachos asesinados por el régimen, que estaban en la búsqueda de la Nueva Colombia. Sus muertes sólo harán que miles de hombres recojan sus ideas, empuñen sus armas y se levanten contra un régimen que sólo ha llenado de dolor y desgracias a nuestra patria.Jamás podrán quebrantar nuestra moral ni destruir el espíritu de lucha bolivariana, ni cortar los sueños de millones de colombianos, ni olvidar los ejemplos heroicos de estos comandantes revolucionarios que han caído en el campo de batalla defendiendo sus ideas. Sus gritos de justicia recorren ahora todos los campos de América, cuyos ecos retumbarán hasta que nuestra patria haya alcanzado las transformaciones fundamentales para una verdadera paz con justicia social. Cuando esto acurra ellos descansarán tranquilos y nosotros les haremos bustos para que la historia se regocije de su prolífera existencia.Estos héroes serán combatientes multiplicados en la lucha por la Patria Grande y, aunque ellos estén hoy al lado del Libertador, sus discípulos seguiremos haciendo la lucha para que se vuelvan realidad los sueños de millones de compatriotas.
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- Jacobo
- Voy Tras la huella que un día Marulanda desde Marquetalia luchando trazo, quiero seguir sus pasos ser Hombre nuevo, en el combate ser el primero, peleando siempre por la verdad.
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