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miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Estado de Derecho o Estado en desgaste?



I Afirmaba que muchas acciones que se aprecian sobre el comportamiento estatal en el tema de los derechos humanos, advierte como tendencia un desgaste creciente del Estado en vez de un fortalecimiento de él. Lo indicaba en el recinto del Salón de Gobernadores en una importante sesión oficial del Comité Operativo Departamental de Derechos Humanos de la Gobernación del Valle del Cauca (1) del cual hago parte como abogado y Director del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia , en presencia también de integrantes permanentes de él: del Señor Dr. Julián Cabrera Subsecretario de Gobierno Departamental, de la Oficina de la Vicepresidencia de la República, de la Comisión de Reconciliación, de los Responsables de Derechos Humanos del DAS, el Ejército, la Fiscalía General de la Nación, la Policía, la Personería, Centrales Obreras, Organizaciones de DDHH, delegados de afro descendientes, de indígenas, entre otras, y con la meritoria presencia del Dr. Daniel Atchebro de la ONU y de Delegados de la OEA en Cali.El Comité Operativo Departamental de Derechos Humanos adscrito a la Secretaría de Gobierno Departamental es un escenario legal, mixto, heterogéneo de gran importancia que nació de iniciativa compartida entre el Gobierno Departamental anterior y las organizaciones, abogados y activistas defensores de Derechos Humanos, instancia jurídicamente válida, necesaria y meritoria que coadyuva para que la interlocución entre el Estado y la comunidad sea un punto de partida para la paz y convivencia de la región.Por eso lo valoramos, como una propuesta de lo que ahora llaman políticas públicas, aún a sabiendas que ahí no está la resolución definitiva de los desafueros que se cometen, sino en la solución política al actual conflicto social y armado que afronta Colombia hace ya casi un siglo, y que hoy los colombianos aspiramos se resuelva políticamente para terminar esta guerra e injusticia social que imperan absurdamente como política de Estado. Es toda una complejidad llena de sus propias contradicciones en lo fáctico y en sus expresiones jurídicas. Es la realidad objetiva, que ocurre independiente a la voluntad y conciencia de los conciudadanos y personas que habitan como nacionales y extranjeros en este territorio colombiano tan rico, que por ejemplo es uno de los únicos diez que posee en su territorio, órbita geoestacionaria propia, situación que le agrega a nuestro contexto un gran valor geopolítico, militar y económico, no sólo regional sino a nivel mundial.IIAfirmaba por ejemplo coincidencias que en época pretérita y también ahora, en providencias judiciales algunos operadores judiciales colocan como producción teórico- jurídicas propias, partes de informes de inteligencia como elaboración de sus Despachos, sin la investigación a fondo para que coincida la verdad del expediente, de la verdad judicial con lo que llaman la verdad -verdad o verdad histórica como también se expresa, para al final reconocer en otra providencia que hubo errores no sólo de forma sino de carácter material, un error que lleva al desgaste del Estado, a profundizar la crisis de la justicia, y otras veces a la impunidad. Este es un problema de fondo que está para resolver. Pues la cuestión no sólo es la pérdida paulatina del principio liberal de la división e independencia de los poderes, sino de querer convertir la justicia como arma de guerra, que análogamente sería como convertir una ambulancia de la misión médica en un tanque militar. Es toda una catástrofe que se resolverá en el marco de la misma solución política del actual conflicto social y armado colombiano.IIIDe igual manera indicaba que era sintomático, en la paradoja, que muchos de los montajes judiciales coincidían en el tiempo con panfletos amenazantes de muerte y a veces con atentados y la misma pérdida de la vida de colombianos y colombianas, con delitos y otros hechos anómalos; situación que contrasta, afortunadamente, con la acción constitucional de defensa de los derechos cuando la Fiscalía, por otro lado, ha puesto al descubierto crímenes de Estado como los conocidos falsos positivos, que no son más que la práctica del concurso de hechos punibles de la desaparición forzada con las ejecuciones extrajudiciales cometidas por la apología de una política de estado que va en contravía al Derecho Internacional y al Derecho Interno, cuando la política de Estado debiera ser de prevalencia por la paz y no por la guerra como lo preceptúa el constitucional 22 que afirma de manera expresa que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.IVEs una cuestión a resolver en el marco de la solución política al actual conflicto social y armado colombiano que se afronta actualmente, pues como afirmaba el jurista Carlos Lozano Guillén en el Coloquio Internacional, Encuentro nacional e internacional en pro del Intercambio Humanitario que desarrollamos más de cinco mil personas de Colombia y del exterior en la Universidad Santiago de Cali, ante pregunta de un Diputado Boliviano. Manifestaba el Director del Semanario VOZ, que este conflicto actual, es uno de los tantos conflictos que hemos tenido en Colombia, pasando por el mismo conflicto colonial que se resolvió con la primera e inconclusa independencia en 1819, y que ahora en este siglo XXI, en esta etapa, de lo que se trata es resolverlo mediante la solución política, y no mediante la guerra, lid que no sólo desangra al país sino que lo empobrece, y lo peor, lo coloca al servicio guerrerista de los EEUU y del enriquecimiento de las multinacionales y del capital financiero nacional e internacional. Conflicto actual que se suma a la historia de la cantidad de conflictos que nuestro Escritor Gabriel García Márquez simbólicamente describe como las múltiples guerras civiles que ha afrontado Colombia, incluida la llamada Guerra de los Mil Días, que tuvo como colofón la anexión de Panamá a los EEUU en 1903, el del nacimiento doloroso del movimiento sindical con la conocida ”Huelga y Matanza de las Bananeras” por parte del Terrorismo de Estado en ese entonces en 1928, y el de ahora que también inició en su primera etapa con la injerencia de los EEUU en la IX Conferencia Panamericana realizada en Bogotá en 1948 con el agravante del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el dominio burgués terrateniente expresado no sólo a nivel económico, sino con la restricción de la democracia, en ese momento con soporte constitucional del denominado Estado de Sitio, hoy con el nombre de Estado de Excepción y llamado por otros como política de Seguridad Nacional y ahora como Seguridad Democrática. Etapas donde se produjo el genocidio político cometido por agentes estatales y paramilitares contra cerca de cinco mil integrantes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, caso que está siendo abocado por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos de la OEA.Y la etapa actual con el mayor número de desplazados está llevando a Colombia a ocupar un deshonroso primer lugar junto a las desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales, muerte sistemática de sindicalistas y luchadores populares, millones de colombianos en el exilio forzado, más de la mitad de la población en la franja de la pobreza absoluta y una tercera parte en la línea de la indigencia, configurándose una gran catástrofe humanitaria y social que sólo podrá ser resuelta mediante la solución política del conflicto y desechando la guerra como método de resolver las contradicciones.VLas causas de estos conflictos existieron desde antes que hubiese guerrilla y siempre estuvieron acompañados de acciones criminales paramilitares, recuérdese a los Chulavitas progenitores de los pájaros o chusmeros narrados en “Cóndores no entierran todos los días” o las “Mujeres de la muerte” del escritor tulueño y exgobernador del Valle Gustavo Álvarez Gardeazabal, por ejemplo; y en todos ellos siempre prevalecía por acción, omisión y/o sumisión la complacencia del Estado Colombiano con los EEUU , como pretende igualmente ahora agudizar este conflicto, no sólo a nivel interno sino en la región, con otra agresión a nuestra soberanía colocando a Colombia al servicio militar geoestratégico de los EEUU con la imposición de siete bases bélicas, como si quisiéramos guerra, en un momento que la historia y la sociedad busca construir paz con justicia social. Es todo un despropósito además de jurídico, histórico que la historia nunca absolverá. Defender los Derechos Humanos es indicar estos planteamientos como elementos no sólo de reflexión sino para aunar esfuerzos programáticos de las diferentes expresiones del movimiento popular latinoamericano, en el marco de la contradicción aún por resolver en América: monroísmo o anfictionismo.VIAsí como el tiempo existe no debido a que se tenga reloj, así mismo es la democracia, ella existe aunque no haya elecciones para referendos amañados, por esa razón, no basta creer que un referendo para una reelección valide una democracia, pues ella misma existe siempre y cuando se le deje andar sin criminalizar la protesta y expresión populares y que haya paz con justicia social, para que el ejercicio de los derechos sea real y no sólo formal; el tiempo es real y el reloj existe es porque existe el tiempo y no al contrario, la democracia existe no porque haya solamente elecciones, sino como expresión de ella en toda su complejidad y en medio de sus propias contradicciones y situaciones tanto objetivas como subjetivas.Lo que aspira la sociedad es poder ejercer los derechos para que verdaderamente haya democracia y justicia social. Es decir que haya paz con justicia social y no continuar en guerra con injusticia social en un Estado de democracia real de todos y para todos que sea capaz de promover, defender y garantizar el ejercicio de todos los derechos que prevenga y finiquite la desigualdad y la exclusión.VIIPara el fascismo y el imperialismo los defensores de derechos humanos son un problema de seguridad nacional, así se demostró hace un año día internacional de los Derechos Humanos cuando fui liberado luego de la detención arbitraria (3) a la cual fui sometido por las tenazas del terrorismo de Estado en los EEUU por el sólo hecho según el imperialismo de ser opositor político al actual régimen político que gobierna a Colombia, y por denunciar la política guerrista de los EEUU, despropósito jurídico del Imperialismo al declararme problema de seguridad nacional como se ha continuado hoy con otros defensores y periodistas alternativos, defensores de derechos humanos a quienes se les prohíbe pisar territorio norteamericano por no compartir la guerra que los EEUU inspiran e imponen, como las bases militares en Colombia, que exigimos sean retiradas inmediatamente.Este alijo de dos regímenes guerreristas ya es considerado por la comunidad internacional por coincidir en su política de Estado, en considerar enemigo de la seguridad nacional, a quien opine contrario a los gobernantes de turno, piense con la democracia, defienda los derechos humanos, luche por la paz con justicia social, eduque e investigue para el progreso de los pueblos, sea periodista alternativo, propugne por la solución política del conflicto social y armado colombiano.Es como si ser patriota que defiende la soberanía nacional, siendo buen hijo de la patria fuera un problema de seguridad nacional, que debe ser además de estigmatizado, amenazado, detenido, otras veces desaparecido y hasta ejecutado extrajudicialmente.Eso era lo que sentía la misma tarde, noche y madrugada del 22 de junio de 2008 cuando con el pretexto de habérseme revocado la visa dizque por ser un problema de seguridad nacional se me detenía sin fórmula de juicio por un ágape policivo que me condujo a la detención a pesar que yo exigía protección.Detenido y uniformado de rojo, agredido en mis funciones de abogado defensor de derechos humanos cuando iba hacia Washington a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, violentado en mi salud con secuelas que aún padezco, pero que no lograron deshojar mi conciencia (2) como lo digo en un poema escrito en esa mazmorra con estilo de alta seguridad.VIIIHoy continúa la agresión con otros periodistas y defensores de DDHH que nos oponemos a la guerra y al terrorismo de estado, que coincidimos en la defensa de las libertades democráticas y de la paz con justicia social y por la salida política al conflicto social y armado que los regímenes de EEUU y Colombia quieren agudizar con las bases militares que se nos impuso, quieren ellos que se continúe en guerra y con injusticia social. Es toda un perversidad que la historia nunca absolverá.Luis Ernesto Almario, Hernando Calvo Ospina, Paul Emile Dupret, el suscrito Athemay Sterling y Miguel Ángel Beltrán y otros que seguramente sus nombres no conocemos, esperamos reparación integral por parte del Estado Colombiano y de los EEUU y que se creen las condiciones políticas, jurídicas, administrativas, sociales, psicológicas y demás para que no se repitan estas acciones de terrorismo de Estado transnacional.Athemay Sterling 30 de Diciembre de 2009 (1)De acuerdo al Boletín de la Gobernación del Valle del Cauca SGDS-0963 de octubre 30 de 2009 lo conforman: Tte. MIGUEL SAAVEDRA, Oficial DD.HH - III Bridada Ejército Nacional, Tte. LAURA SOFIA ROJAS V, Oficial DD.HH Brigada Fluvial de I.M. No.2, SI. JESÚS MOSQUERA RIASCOS, Cónsul DD.HH Policía Valle, SI. ALBERTO BENAVIDEZ C., Derechos Humanos Regional Policía Nacional, Ag. DANIEL MULATO N., Cónsul DD.HH – Policía Metropolitana, CAMILO CASTILLO DIAZ, Oficina DD.HH SIJIN – Mecal, PEDRO ANTONIO GAMBOA TORRES,, Funcionario Investigador Gaula Policía, My. JORGE PANTOJA M., Jefe Departamento DD.HH – F.A.C., OLIVERIO ROJAS ARAGON, Fiscal Coordinador URI - Fiscal Santiago de Cali, EDGAR VALENCIA CARDONA, Abogado DD.HH - Procuraduría Regional Valle, MARTHA JANETH MANCERA, Directora C.T.I., DIANA MILENA FRANCO ATEHORTUA, Presidenta de Personeros del Valle, JANETH PATIÑO LÓPEZ, Asesora de Paz Santiago de Cali, OLGA ROSARIO ALVAREZ, Subdirectora DD.HH – Personería de Cali , CARLOS MARINO ZAPATA B., Director DD.HH Personería Santiago de Cali, LUCELLY MANCILLA MARULANDA, Asesora DD.HH - DAS, MIGUEL ANGEL LIBREROS A., Director Seccional Fiscal Guadalajara de Buga, LENNOS RAMOS PANDANO, Abogado Asesor - Defensoría del Pueblo, HELMER MONTAÑA, Coordinador CNRR,DIEGO ARIAS, Programa Presidencial DD.HH, JARIO A. SILVA., Director Seccional Valle Medicina Legal , GONZALO ROMÁN, Oficina Verificadora MAPP- OEA, DANIEL ATCHEBRO, Coordinador ONU – DDHH, FRANGEY RENDON., Gestor de Paz , ALVARO JOSÉ VEGA CAICEDO, Presidente CUT, JULIAN MAURICIO LOZANO, Presidente SUTEV, JANETH VALENCIA, Coordinadora Red DH – SUTEV, ALDEMAR RENTERÍA V., Secretario General Fentrasuccol-C.T.C, ALBERTO GUZMAN GOMEZ, Presidente FEGTRRAVALLE – CGT, HERNAN CAMILO LLANOS PEREZ, Vicepresidente FEGTRAVALLE – CGT, ANGEL TOBAR PEÑA, DH Sintraemcali, ALVARO SEPULVEDA FRANCO, Director Escuela Ciudadana, GUSTAVO CHAMAPURO, Presidente ORIVAC, EDUARDO MALA MEJIA, Presidente ACIVA – RP, JESÚS MONTAÑO CABEZAS, Alto Nivel Comunidades Negras, HERSON YAMID BEJARANO, Asociación de Jóvenes Mediadores, JOHANNA AMAYA, Red Juvenil DH, Dr. ATHEMAY STERLING, Director Comité Permanente de Derechos Humanos CPDH, Padre ALEXANDER MATIZ, Director Comisión Vida , Justicia y Paz, ALEXANDRA GARCÍA ARDINA, Fundación por Vida, MARIA FERNADA QUINTANA, Plataforma de DD.HH , MARTHA VIVIANA BURBANO ARRECHEA, Plataforma DD.HH, Víctor Manuel Salcedo Secretario Departamental de Gobierno. El Comité, creado mediante Decreto 2234 de noviembre 29 de 2004, tiene como misión promocionar, divulgar y proteger el derecho humanitario tendiente al logro de la paz, teniendo como base la justicia social y la sana convivencia en un ambiente de respeto y tolerancia. ´´Es un escenario interinstitucional dignidad humana, la protección, el cumplimiento, la promoción y divulgación de los derechos humanos¨, precisó en ese entonces Jahir Erazo, Subsecretario de Convivencia y Orden Público de la Gobernación del Valle del Cauca.El Comité Operativo de los Derechos Humanos, lo integran: la Gobernación del Valle del Cauca, la Dirección Regional de Fiscalías de Buga y Cali, el DAS, Policías Valle y Metropolitana, INPEC, Red de Solidaridad del Valle, Defensoría del Pueblo, CPDH, Central Unitaria de Trabajadores, Confederación de Trabajadores de Colombia, Federación General de Trabajadores del Valle del Cauca, Sintraemcali, Sutev, Comité Intergremial del Valle del Cauca, ONG´s de Derechos Humanos, Asesor de Paz, Organizaciones de periodistas, mujeres, indígenas, afro descendientes, la Confederación de Campesinos, El Comité departamental de jóvenes, el Programa presidencial para los DH y DIH, Fuerzas Militares, Aérea y Armada Nacional con jurisdicción en esta región. A él también pueden asistir personas o instituciones interesadas en el tema de los DH o aquellos afectados por violación de los mismos.

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