(y el vacilón de
José Vicente Rangel
Supuestamente eran tres y no una las máquinas portátiles —marca Toshiba— de Raúl Reyes. Y lo más curioso de todo es que eran blindadas. Por lo que aguantaron las bombas norteamericanas de gran potencia que arrasaron el lugar donde se hallaban. Sin duda un éxito para la empresa fabricante a la que le resultaría regio un slogan publicitario como éste: “Única laptop en el mundo a prueba de bombas”.
Decido asesorarme con un viejo amigo. Auténtico genio de la computación. Zamarro él y siempre atento al requerimiento de las amistades. Lo primero que me dice es que cuidado y lo menciono por su nombre. “Tu sabes que tengo parientes en Colombia”, comenta enigmático. La advertencia es obvia: no quiere problemas.
Pero se muestra dispuesto a ayudar. Le explico que desde que se habla de la computadora incombustible del líder guerrillero me acosa la curiosidad.
¿Es posible que sea a prueba de bombas?
¿Es o no manipulable?
Son las preguntas que me hago.
El amigo me convence que no hay misterio. Y pontifica: “Una de dos, o la computadora sobrevivió el ataque por obra de un milagro, y recuerda -acota con picardía- que los santos hacen milagros; o bien la manipularon”.
Pero admitiendo que es la misma, él se prodiga en una serie de explicaciones técnicas que a duras penas entiendo. La operación es sencilla, explica. Ejemplo: Un especialista que reciba una computadora para ser manipulada debe extraer el disco duro y sacar una copia exacta del disco en uno físicamente igual (copia espejo o “mirror imagen”). El disco original debe almacenarse y el trabajo siguiente hacerlo con la copia, instalando ésta como disco secundario en una computadora distinta a la original para aislar la información copiada. Algo más: todos los archivos del disco duro pueden ser alterados (fecha y horas de creación, modificación o eliminación). Con las herramientas adecuadas se puede escribir cualquier tipo de información en cualquier sitio del disco duro.
La única manera que tiene el dueño original de la máquina, para saber si su disco fue manipulado —en este caso no lo puede hacer porque está muerto— es comparando el disco original con una copia espejo creada en el momento en que la computadora salió de sus manos. Una vez manipulada la información original, se pueden grabar los cambios en el disco duro que se extrajo al principio. El dueño de la máquina tendría que ser cuidadoso —tampoco puede serlo porque después que uno está muerto no es posible— si quiere detectar posibles cambios en el contenido de su disco.
Y remata mi amigo: “Te aseguro que si la computadora no está en manos de una persona de confianza las 24 horas del día, es imposible garantizar la integridad de la información.
Salvo que busques a Interpol.
Lo cual es fácil mojándole las manos a esa gente”. Calla y agrega: “Si quieres te arreglo una computadora con la información que quieras, ejemplo, sobre Uribe. Con la ventaja que no tendría que inventar nada”. Y se despide. Después escuché a Ronald Kenneth Nobles —debe ser Nobles Uribe— leyendo el Informe de Interpol, más parecía un funcionario del gobierno colombiano que de un organismo internacional independiente.
A partir de hoy, en vez de usar el refrán “más falso que saludo de alcabala”, utilizaré el de “más falso que informe de Interpol”.
¿Terrorismo o piedras en el zapato?
Carola Chávez
Si quiere estar a la última moda, si quiere ser Parte de ese grupo exclusivo que viaja a Disney en lugar de pasar largas vacaciones en Guantánamo, incorpore en su vocabulario la palabra terrorista y úsela a diestra y siniestra cada vez que sienta que sus privilegios están siendo amenazados.
En este mundo tan cambiante hasta las palabras deben ajustar su significado según las nuevas situaciones que se vayan presentando. Si en un comienzo el terrorismo se definió como una sucesión de actos violentos ejecutados de manera premeditada para inducir el terror en la población civil, hoy nos encontramos con que estos actos violentos se han usado tanto que, por cotidianos, acabaron siendo incorporados y aceptados como métodos legítimos para preservar el orden mundial.
Dado que el orden mundial es un absoluto desorden, los pueblos que han sufrido los estragos de este terrorismo institucionalizado, se están rebelando y hay que hacer algo para detenerlos en seco. Ya lo sé -dijo un maestro del cinismo- los acusaremos de ser terroristas, nada más terrorífico que eso, si lo sabremos nosotros…
¡Terrific Georgie, eres un genio! —Dijeron sus amigotes— Si necesitas que encontremos armas de destrucción masivas en sitios donde no las hay tenemos satélites que pueden hacerlo.
Si necesitas un computador a prueba de bombas, que se enchufe en cualquier bejuco de la selva, que pertenezca a un idiota que no sabe que existen sistemas para encriptar datos, que el idiota guarde en él documentos sensibles junto con las fotos de su perro, nosotros te la encontramos. Adelante Georgie, que en nuestro patio trasero hay muchas piedritas que insisten en meterse en nuestros zapatos.
Es así como todo aquel que decida rebelarse y defender sus derechos se convierte, como por arte de magia, en un terrorista.
Por eso les aconsejo:
Estén alertas, porque mañana su empleada doméstica puede querer que le pague usted el sueldo mínimo que establece la ley, no dude en acusarla de terrorista.
Si un cliente se niega a pagar sobreprecio por un pollo y lo amenaza con llamar al Indecu, acúselo usted, honesto comerciante, y hágalo a gritos para que todos se enteren.
Si su esposa le reclama por llegar a ‘’estas horas’’ apestando a pachulí, ¡Terrorista! Debe ser la única palabra que salga de su recién besuqueada boca.
Ya lo sabe, terrorista, según definición de quienes ha hecho del terror un modo de vida, es todo aquel que pretenda que se le respeten sus derechos. Úselo a su favor.
Tomado de
Las Patrañas de
www.minci.gob.ve / publicaciones@minci.gob.ve
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